Alguna vez te has hecho la pregunta de cómo mantener el balance entre el impacto y la rentabilidad a la hora de hacer una inversión o qué aspecto es más importante a la hora de hacerlo.
Podría ser fácil responder esta pregunta diciendo que en general el aspecto financiero es el factor determinante a la hora de invertir, es decir la rentabilidad financiera. Sin embargo una inversión de impacto se centra en que tanto el aspecto financiero como el social y ambiental están en equilibrio. Si el aspecto financiero pesa más estamos hablando de una inversión convencional con una parte de responsabilidad social, y en el caso opuesto estamos hablando del apoyo a una causa social sin que el aspecto financiero tenga tanto peso, es decir que el inversionista no esté esperando tener una rentabilidad tan alta o un retorno a corto plazo.
En Creci vemos a la inversión de impacto como una inversión en empresas con alma, lideradas por grandes emprendedores que pueden hacer de buenas ideas una organización sostenible, tanto económica como socialmente, pero ¿cómo identificar estas empresas? Aquí te explicamos algunos pasos importante que puedes tener en cuenta para hacerlo:
Muchos proveedores de programas sociales tienen un conjunto de métricas requeridas para rastrear, generalmente dictadas por los financiadores y a veces puede ser difícil enfocarse en las importantes. Las organizaciones e inversionistas deben determinar cuáles métricas realmente importan según su teoría del cambio, centrándose en aquellas que son de mayor alcance, brindan la mayor información sobre la implementación del programa y definen el éxito y recuerdan que a veces menos es más.
Algunas métricas pueden ser difíciles de medir porque requieren datos externos a la organización. Un proveedor de Head Start, por ejemplo, puede ser retador al recopilar datos sobre los puntajes de las pruebas de los estudiantes una vez que los niños están en el jardín . Sin embargo, una vez que una organización establece sus “métricas de lista de deseos”, puede identificar cuáles de ellas ya recopila y cuáles están dentro de los límites de posibilidad. Algunas métricas fácilmente disponibles serán trampolines o sustitutos de las métricas de la lista de deseos, incluidas métricas simples de “conteo”, como la cantidad de personas a las que sirve un programa o los datos demográficos del cliente.
Si Head Start quiere medir la preparación del kindergarten, pero no puede obtener datos del distrito escolar, una medida indirecta sería evaluar la preparación de los estudiantes antes y después de su año en Head Start.
Cada métrica también debe tener una meta o metas asociadas con las que la organización pueda medir el progreso a lo largo del tiempo. El objetivo de un proveedor de desarrollo de la fuerza laboral, por ejemplo, es que un cierto porcentaje de inscritos completen su programa y luego rastrear el progreso de ese objetivo. El programa debe hacer visible el progreso para las partes interesadas internas de manera continua y revisarlo formalmente a intervalos establecidos para informar las decisiones de programación.
Que una empresa o emprendedor realiza el proceso de recopilación de métricas y teoría del cambio puede asegurarle al inversor que el dinero invertido tiene una rentabilidad alta también en términos sociales si estas métricas se mantienen en estados sanos y positivos pero además que se trata de una empresa que es consciente y se mantiene al tanto del impacto que están teniendo porque es un aspecto en el que constantemente están trabajando para asegurar la calidad de sus productos y servicios.
Por este motivo en Creci a través de la herramienta de medición de impacto, le aseguramos a los emprendedores un canal por medio del cual pueden hacer sus reportes de impacto mensuales y en el que nuestros inversionistas pueden estar seguros de la calidad del impacto de su inversión.