Con el pasar del tiempo encontramos en el mercado una mayor variedad de productos y servicios desarrollados por empresas con impacto social. A medida que las problemáticas sociales y ambientales se van haciendo más presentes en la vida de los humanos, vemos el aumento en la concientización y responsabilidad que adquieren las empresas con el planeta y la sociedad.
Es importante resaltar que no solo las nuevas empresas se están adentrando en esta tendencia positiva, también grandes minoristas están agregando productos sostenibles a sus pasillos y creando categorías sostenibles en sus secciones.
Adicionalmente, las personas son cada vez más conscientes de sus actitudes de compra y entienden que consumir productos que afectan al planeta y a las comunidades no es rentable ni ético. Estadísticas reflejan que los consumidores están dispuestos a pagar más por un producto o servicio si este está asociado a generar cambio social o ambiental y en general, afirman que sus preferencias de compras están asociadas a productos o servicios de empresas con impacto social.
Un nuevo estudio realizado por Greenprint en los Estados Unidos, ha afirmado que casi dos tercios (75%) de los estadounidenses están dispuestos a pagar más por productos sostenibles, pero la mayoría (74%) no sabe cómo identificarlos. Según los hallazgos, el 78% de las personas tienen más probabilidades de comprar un producto que está claramente etiquetado como ecológico. También destacamos el Global Sustainable Shoppers Report, realizado por la consultora multinacional Nielsen, donde afirma que Colombia es el segundo país -después de India-, en donde los consumidores demandan mayor sostenibilidad por parte de las empresas con un porcentaje de 96. También destaca en este informe que 85% de los consumidores colombianos estaría dispuesto a dejar de comprar sus productos preferidos si estos no concuerdan con las decisiones sociales, políticas o éticas sociales de la marca.
Uno de los aspectos que hay que trabajar en las empresas es que lo sustentable sea accesible, pues no se trata de pagar más por contribuir con el medio ambiente. En realidad muchos productos pueden generar ahorros por generar menos desperdicios y uso de material, lo que se traduciría en un ahorro de costes, las empresas tienen que pensar en cómo ser sostenibles y eficientes para que el precio final no sea el más costoso.
Estás encuestas también destacan que muchos consumidores terminan comprando las marcas habituales porque no consiguen productos ecológicos en lugares de compra comunes o no logran identificar el impacto social o ambiental que esas marcas están generando. Es por esto que las empresas deben escuchar a sus consumidores y hacer cambios en la manera como están comunicando los impactos que tienen sus productos o servicios y dirigir sus esfuerzos a atraer a este importante grupo demográfico con una mentalidad más sostenible.